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Preguntas peligrosas

Preguntas peligrosas

Las ideas “dios” y “nacionalidad” han dado nacimiento a las dos narrativas principales para agrupar, social y culturalmente a seres humanos y fomentar la colaboración entre individuos: patria y religión. Según Yuval Noah Harari, la capacidad de colaborar entre muchos y de manera organizada, es la principal razón por la que Homo sapiens logró desplazar a otras especies de primates. Estas narrativas, agrega Harari, más allá de ser ciertas o no, correctas o no, han sido útiles y necesarias para lograr lo que la humanidad ha logrado. 

Al mismo tiempo, parecería que precisamente esas dos ideas, religión y nacionalidad, han causado las mayores atrocidades y divisiones en la historia y que todavía hoy, la potencia de ambas acelera la polarización del mundo moderno sobre los rieles de los extremistas religiosos y los nacionalistas radicales.

En este momento me toca disculparme con los lectores, pues podría haberles hecho creer que presentaría alguna hipótesis sobre la relación de estas ideas y su vigencia en la modernidad. Espero poder hacerlo en algún momento, pero por ahora lo único que tengo son preguntas.

¿Qué exactamente es lo que nos une por haber nacido dentro de los mismos límites geopolíticos? ¿Por qué debemos amar la condición de nacionalidad si es algo que no hemos elegido? ¿Qué es lo que hace que la gente esté dispuesta a matarse por defender la historia del origen de la nacionalidad? ¿Es la patria una deuda de todos con todos los demás? ¿Por qué debo aceptar la estructura moral de la cultura de mi nacimiento como la correcta? ¿Qué tanto influye la patria en nuestra composición moral? ¿Hay alguna relación entre ética y nacionalidad? ¿Qué es, hoy en día, eso de ser “traidor a la patria”?¿No estar convencido de algún componente de la nacionalidad?¿O de varios? En la gran mayoría de casos, ¿no es el nacimiento de una patria la negación a otra que le precede? ¿Por qué debemos venerar el símbolo de un fundador de la patria y tomar su visión individual como un ideal colectivo sin ningún tipo de cuestionamientos? ¿Por qué se censura el derecho de la disidencia dentro del mito “patria”? ¿A qué edad se hereda la deuda patriótica? ¿Con el nacimiento?¿Con la mayoría de edad? ¿Se puede tener el mismo amor por más de una patria? ¿Por cuántas? ¿Cuánto pesan las sensaciones, olores y sabores en la identificación de la nacionalidad? ¿Puede un individuo asumir como patria a todo el planeta o a una región no limitada por fronteras políticas?¿Nos toca renovar los acuerdos detrás de esta idea?¿Necesitamos medir la calidad de nuestra patria contra otras?¿Es acaso posible vivir sin arraigo a una patria? ¿Seríamos capaces de crear vínculos con los demás si no nos debiéramos a algo más grande que nosotros?

En busca de luz, compartí mis preguntas con Fernando Ferrán, uno de los intelectuales que más admiro y quién ha asumido, con una persistencia que raya en rebeldía, su rol de académico y pensador. Ferrán me decía: “…en asuntos de patria y nacionalidad, soy socrático. Cada uno sabe dónde está su lealtad y solidaridad”. Ferdi, quién además es un gran amigo de la familia, continuaba: “Es un vínculo -no solo afectivo, aunque también afectivo, pero fundamentalmente- racional, objetivo que te une a diario a quienes ostentan la misma nacionalidad y/o patria. Gracias a ese vínculo o causa común los soportas y te soportan, recíprocamente. Si tu vínculo, como el de Sócrates es como el de Aristóteles: "soy amigo de Platón, pero más de la verdad", pues obviamente la tensión y las rupturas predominarán”. 

No tengo suficiente claridad sobre mi relación con estas ideas para poder asumir una postura definitiva. No me inclino, todavía, en ninguna dirección, pero tengo la sensación de que deberíamos defender, más que a las ideas, a las personas. No tengo interés en ofender a nadie ni de menospreciar los valores de otros. Mantengo el optimismo en nuestra habilidad para tener conversaciones serias y de carácter científico; con curiosidad, honestidad y capacidad de asombro. Confío en que podemos colaborar para hacer más y mejores preguntas, porque para estas, todavía no tengo respuestas.

Lo que dice la gente

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