Sí hay mujeres, sí están listas y sí están interesadas en la política 

El sufragio femenino en la República Dominicana es considerado hoy en día como un derecho, pero hace un par de décadas, implicaba un gran desafío solo el simple hecho de hablar del tema como si se tratara de una utopía para algunos/as y una locura para otros. Fue sin dudas el gran hito historico feminista que sirvió de antesala para dar paso a muchos de los derechos civiles y politicos. 

En ocasión de cumplirse los 80 años del primer voto de las mujeres dominicanas en el año 1942, el pasado martes 10 de mayo tuve la oportunidad de presenciar la “Cumbre Nacional de Mujeres Políticas de la República Dominicana”, una iniciativa impulsada por la Junta Central Electoral (JCE), con la que se demostró –desde mi perspectiva– la voluntad del pleno por impulsar la agenda de género que es tan vital en el contexto actual.

En el evento se dieron cita una gran cantidad de mujeres de todo el territorio nacional y allí se detallaron y debatieron  las tendencias, los avances y los desafíos de la participación de las mujeres, desde los procesos electorales hasta la función pública.

Me llenó de esperanza ver ese universo de mujeres con la generación que ha pujado para lograr los avances que hoy tenemos y con quienes aspiran a ser el relevo y la responsabilidad de seguir con la lucha por la igualdad de derechos y la equidad en la toma de decisiones.

Esta cumbre muy bien pudiera ser un llamado de atención a las agrupaciones políticas que se han encargado de instalar una narrativa errada sobre lo qué piensan las mujeres sobre el accionar político, pues por lo que allí se habló las mujeres sí están dispuestas a tomar el espacio que por derecho les corresponde en el espectro político nacional, sobre todo en la direcciones de las agrupaciones políticas.

¿Qué si están listas? ¿acaso no son las mujeres quienes según las estadísticas son la mayoría en aulas universitarias y sus egresados/as?, ¿no son las que asisten, coordinan, garantizan las logísticas de los eventos y se encargan de que las cosas sucedan a lo interno de los partidos? Y eso es lo que veo no solo en los partidos sino también en las instituciones públicas.

Esta cumbre que contó con la presencia y participación de invitadas internacionales como la expresidenta de la República de Costa Rica,  Laura Chinchilla y la directora del Observatorio Nacional de la Participación Política de la Mujer de Ecuador, Mónica Benegas, cerró con un manifiesto de diez puntos en el que el pleno de la JCE “reafirma su compromiso de tomar todas las medidas necesarias para realizar procesos comiciales que garanticen la democracia política paritaria.”

Entre los puntos que incluye el documento están que, como órgano administrativo electoral, la JCE asume identificar cómo puede intervenir en el delineamiento de diversas variables del sistema electoral, entre ellas el financiamiento político público directo e indirecto, reservas de candidaturas y la forma de presentación de las listas de candidaturas.

Asimismo, impulsar las reformas de modificación a las leyes 33-18, de Partidos, Agrupaciones y Movimientos Políticos y 15-19, Orgánica de Régimen Electoral, para tener una normativa legal que garantice los derechos políticos y electorales de las mujeres conforme al mandato constitucional.

También, impulsar la adopción, cuando corresponda, de normas, programas y medidas para la prevención, atención, protección, erradicación de la violencia y el acoso político contra las mujeres.

Finalmente es importante recordar que la paridad no es un asunto de las mujeres, si no de democracia, un proceso que debe darse en el marco de la justicia y el respeto de los derechos y en el que todas y todos debemos participar; estructuras partidarias, gobierno, medios de comunicación y sociedad civil, porque sí hay mujeres, sí están listas y sí están interesadas en la política.